Mi procesador de sonido es como unas gafas: es algo que te pones nada más despertarte. Si se me olvida ponérmelo, me doy cuenta cuando voy en el coche de camino al trabajo. Normalmente me doy la vuelta y regreso a casa a por él. De lo contrario sé que me sentiré incómodo todo el día.
Torben, pérdida auditiva unilateral