Una vez que su piel haya cicatrizado completamente, es importante que siga con su rutina de cuidados diarios para evitar que se acumulen células muertas alrededor del pilar. El pilar y la piel que lo rodea deben limpiarse de forma exhaustiva como parte de su rutina de limpieza diaria.
El proceso es tan sencillo como lavarse los dientes. Lave la zona del pilar con agua caliente todos los días. Puede hacerlo mientras toma una ducha o un baño. Después de limpiar la zona, utilice un bastoncillo o un cepillo de limpieza suave para limpiar cuidadosamente la zona de alrededor y de dentro del pilar. Le podría resultar útil emplear un espejo para limpiar esta zona.
Si no puede quitar las células muertas, coloque un trozo de gasa empapado con agua caliente alrededor del pilar durante unos 5-10 minutos. A continuación, limpie el pilar con un bastoncillo o con el cepillo blando y, después, con una toallita sin alcohol. Nunca se rasque la piel que rodea el pilar con un objeto afilado.